Hoy en el Diario ABC leo un reportaje con el título "
Hijo de papá de día, vándalo de noche". Hace referencia a una reyerta ocurrida el domingo 6 de septiembre de 2009 en Pozuelo de Alarcón (Madrid), que dejó "una ciudad destruida, un rastro de veinte detenidos, a diez policías heridos en el asfalto y una pregunta en el aire: ¿Qué está pasando con nuestros menores?". Pregunta que queda en el aire.
Pues yo no sé responder, pero creo que a pesar de los problemas que acechan a los jóvenes de hoy -el consumo de alcohol a edades muy prematuras, el peligro de las drogas de diseño, la violencia callejera...- en la sociedad actual también hay jóvenes que buscan otras maneras de entretenerse -la música, la danza, el deporte...- y también, cada vez más, los que se dedican a proyectos solidarios. Pero lo malo brilla más que lo bueno en los medios de comunicación.
Sí, cierto es que la sociedad no es la misma. Nuestros jóvenes se pasan muchas horas frente al ordenador y la Play -nosotros también-. Sí, educar es difícil y los padres no debemos ser meros consentidores en esta sociedad de consumo. Nuestro papel es fundamental. Debemos enseñarles a que
decir "no" -al alcohol, al cigarro, a las drogas...-,
es una postura más valiente que dejarse llevar por lo que hacen los demás. Pero reconozco que cuando un adolescente comienza a ir al parque con los amigos, hay ciertas cosas que se nos escapan de las manos. Así que, únete a ellos e intenta compartir alguna de sus aventuras. Si llenas su tiempo libre con actividades sanas, creativas, musicales... quedará mucho menos tiempo libre para los videojuegos y las salidas al parque. Me parece una experiencia muy enriquecedora para los niños las actividades del programa MUSE, promovidas por la
Fundación Yehudi Mehudi. Se intenta integrar en las Escuelas Primarias la música, la danza, el teatro... para que los niños expresen su creatividad.
Y, sí, por mucho que hagamos, nuestros hijos algún día nos meterán un "gol". Pero todo no puede ser previsible y son los riesgos por los que nuestros padres también pasaron. ¿O es que todos no hemos sido adolescentes?